martes, 23 de diciembre de 2008
VIK MUNIZ
Nacido en São Paulo, donde se formó académicamente, su carrera artística comenzó al trasladarse a vivir a Nueva York. Vik Muniz forma parte de una generación de artistas que a finales de los ochenta abandona completamente el discurso fotográfico basado en la captación de imágenes reales, interesándose por la fotografía como objeto. Esta manera de entenderla como una construcción a priori separada de la realidad histórica y cotidiana, se remonta a las vanguardias históricas con Man Ray o El Lissitsky. La creación de un acontecimiento para ser fotografiado, ya sea una acción por parte del artista o predefinir el modo de tratar conceptualmente la imagen, concede a la fotografía un valor específico dentro de esa performance. Vik Muniz lleva esta idea al extremo pues fotografía la consecución de un trabajo de mimesis generalmente muy minucioso, a partir del cual podemos hablar de la creación de una realidad artificial. Como resultado, las fotografías de Vik Muniz son objetos por sí mismos, en los que la imagen se autoproduce dejando fuera cualquier referencia que no sea su propia definición o la fotografía misma.
A partir de su llegada a Nueva York en 1983, Muniz comienza a absorber las imágenes e iconos americanos, que utilizará constantemente en todos su trabajos. En uno de los primeros, Best of Life (1989), fotografió los dibujos que había realizado de memoria de las ilustraciones de un libro con imágenes memorables. Y homenajeó a uno de los artistas americanos con más influencia, Alfred Stieglitz, fotografiando nubes fabricadas con algodón en Equivalents (1993), demostrando su intención de establecer una referencialidad que no tuviese nada que ver con lo real.
Lo ya visto pero transformado es la razón de ser de sus posteriores trabajos. Para ello no duda en acudir a citas visuales tan reconocibles como las obras de Warhol, (After Warhol, 1999), Piranesi o Leonardo da Vinci. Sustituye la realidad, que en estos casos sería una copia, fabricando una trampa visual con materiales insólitos: hilo, chocolate, alambre, polvo, tinta, o tierra, que le permiten definir perfectamente la imagen y hacerla completamente independiente. En esta línea, Muniz ha realizado varios trabajos que ha denominado Pictures, complementando el título con el nombre del material utilizado para crear la imagen. El primero que realizó fue Pictures of Wire (1994) y el más reciente ha sido Pictures of Magazines (2003) en el que, utilizando recortes de revistas, ha realizado los retratos de personajes conocidos de su Brasil natal, al más puro estilo puntillista de Chuck Close.
Sus puestas en escena han tenido momentos verdaderamente teatrales, como vemos en las fotografías sepia de Clayton Days (2001), una casa museo en Pittsburgh que ha sido el escenario de una historia paralela a la real. Incluso ha creado realidades artificiales a pequeña escala, como en Pictures of Earthworks (2002), donde, no sin cierta ironía, recrea posibles escenarios para obras que parecen ser de Walter de María, desmentidos con la realidad de pequeñas excavadoras de juguete
Vik Muniz made two detailed duplicates of Leonardo da Vinci's "Mona Lisa". He made one out of jelly and the other out of peanut butter. He has also worked in sugar, wire, thread, as well as chocolate syrup of which he made a recreation of Leonardo's "Last Supper". His works included paintings of the cathedral at Rouen Cathedral|Rouen, in which he used small clumps of his plantation's sugar sprinkled on a flat surface. In his picture of Sigmund Freud, he used chocolate to construct the image. For his "Sugar Children" series, Muniz went to a sugar plantation in St. Kitts to photograph children of laborers who work there. After he returned to New York, he bought some black paper and several kinds of sugar, and copied the snapshots of the children by layering the different types of sugar on the paper and then photographed these pictures. For his "Pictures of Clouds" series, Muniz hired a skywriter who drew cartoon outlines of clouds in the sky. At Neiman Marcus’s 81st annual "Christmas Book" in 2007, buyers could commission one of Muniz’s "His & Hers" chocolate portraits for $110,000 and receive a 60-by-48-inch museum-quality photo of the work. Muniz donated the proceeds of the sales to the "Centro Espacial Rio de Janeiro", a charity arts organization for poor children and teenagers in Brazil. Muinz says, “Poor people need money. You need to help them directly. I do not believe in political art. Raising awareness happens through the newspaper.".
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