martes, 19 de julio de 2011
Picasso Erótico
El tema del erotismo es como una constante en la obra de Pablo Picasso. Los primeros dibujos que realizaba de niño en sus libros de texto ya muestran sus contactos con la sexualidad, y en la obra final perdura ese rol de voyeur del artista y su memoria de los actos amatorios
Picasso llega a llevar la relación entre el pintor y su modelo hasta sus últimos extremos: transforma la relación entre el pintor y su modelo en una relación entre el hombre y la mujer, apunta Ocaña, directora del Museo Picasso.
Una segunda etapa coincide con su relación apasionada con Marie-Thérese, en Boisgeloup, donde los amantes vivieron a escondidas su amor. El pintor no deja de explorar, de reinventar los cuerpos. Pintada o esculpida, Marie-Thérese es retratada como la modelo del artista o incluso enfrentada con el Minotauro "Minotauro violando a una mujer", tema que repite en "Dora y el Minotauro".
En los años 50 y 60, Picasso produce, en diferentes estilos y técnicas, numerosas obras sobre los temas recurrentes del beso, el abrazo, el acoplamiento amoroso, la bestialidad, la exhibición de las relaciones sexuales o las bacanales.
A los 80 años, el pintor centrado entonces en la técnica del grabado, retoma el tema del burdel, "más ilusorio que vivido", en opinión de la comisaria, para quien estas obras, en su mayoría exhibidas al público por primera vez, son provocadoras. “el espectador debe tener en cuenta que son íntimas, personales y que Picasso nunca pintó para mostrar, pues sólo se vendieron después de su muerte.
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