PEINE DEL VIENTO-Situado en un rincón idílico de la Bahía de La Concha, San Sebastián. No es solamente una de las esculturas mas bellas que jamás se han realizado, si no que es una autentica obra de ingeniería, como muchas otras del maestro vasco.
Realizada en acero. Se necesitó la colaboración de varios ingenieros para construir un puente de railes que condicionara el acceso hasta el punto donde está enclavada.
Buscando la Luz, 1997, Stahl gewalzt, Skulpturenpark Pinakotheken, München
"Ein Haus für Goethe-Denkmal (Frankfurt am Main)"
Berlin-Skulptur vor dem Kanzleramt
(San Sebastián, 10 de enero de 1924 – San Sebastián, 19 de agosto de 2002
Eduardo Chillida Juantegui (San Sebastián, 10 de enero de 1924), escultor y académico honorario de la Real de Bellas Artes de San Fernando, recibió algunos de los premios más prestigiosos del mundo y era uno de los artistas vascos más importantes de la segunda mitad de siglo XX.
Las obras de Chillida, modelador de todo tipo de materiales, desde el granito hasta la madera, pasando por el acero, el alabastro, el hormigón, el hierro o la terracota, forman parte de las mejores colecciones artísticas de todo el mundo y sus monumentos urbanos se encuentran repartidos por numerosas ciudades del orbe.
Con la idea de dedicarse al fútbol, a los 18 años debutó como guardameta de la Real Sociedad, actividad que se vio obligado a abandonar a causa de una lesión producida en un encuentro celebrado en Valladolid.
En 1943 se trasladó a Madrid, donde comenzó los estudios de Arquitectura, que abandonó en 1947 porque tenía problemas con el ángulo recto: "Prefiero el ángulo de los griegos, que es el que hace el hombre con su sombra: es mucho más tolerante", decía.
Escultor de vocación tardía, realizó su primera obra, un jinete arcaizante, en 1948. Es en esa época cuando comenzó a tallar torsos en bloques de yeso, influido por las esculturas del arte griego arcaico. En trabajos posteriores utilizó ya la fragua, el hierro, granito, madera, hormigón, tierra, alabastro y acero.
Eduardo Chillida contrajo matrimonio con Pilar Blezunce el 28 de julio de 1950. Entre sus ocho hijos (Guiomar, Pedro, Ignacio, Carmen, Susana, María, Luis y Eduardo) varios han seguido sus pasos.
El hierro fue fundamental en su trayectoria y en 1954 realizó en este material las puertas de la basílica de Aránzazu. Tras su primera exposición en Madrid ese mismo año, se sucedieron éxitos y exposiciones por todo el mundo, así como la concesión de numerosos premios, como el Gran Premio Internacional de Escultura de la Bienal de Venecia (1958).
Un año más tarde hizo su primera escultura en madera, "Abesti Gogora", su primera obra en acero, "Rumor de Límites IV", y sus primeros aguafuertes.
En una época en que los principales museos y galerías de todo el mundo reclaman la presencia de su obra, comienzó a trabajar el alabastro y creó las series "Elogio de la Luz" (1965).
En 1971 realizó su primer trabajo en hormigón y seis años después, la obra "El Peine de los Vientos" se instaló en la punta de la bahía de San Sebastián. Posteriormente, y tras una larga polémica, situó "Lugar de Encuentros III" en el Paseo de la Castellana de Madrid.
Durante el año 1980 le dedicaron dos importantes exposiciones: el Palacio de Cristal del Retiro reunió 57 de sus esculturas y el Guggenheim de Nueva York expuso 68 piezas.
Un año más tarde fue condecorado con la medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y en 1983 fue nombrado académico de la Royal Academy of Arts de Londres. Ese año, Francia le concedió el Prix National des Beaux Arts pour la Sculpture y en Estrasburgo recibió el Premio Europa.
Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1987, el escultor realizó una retrospectiva con más de 300 obras en el Palacio de Miramar de San Sebastián en 1992. Elegido miembro honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ingresó en 1994.Aunque su obra es conocida y apreciada en todo el mundo, Alemania es uno de los países que siente una especial predilección por este vasco universal, uno de los 30 creadores que utilizaron como lienzo fragmentos del antiguo muro de Berlín. En esta ciudad se encuentra situada la escultura "Berlín", símbolo de la reunificación germana.
En 1998, el Reina Sofía le rindió homenaje con la retrospectiva "Chillida 1948-1998", en la que se exhibieron 170 obras del artista. Esta exposición, a la que se añadieron diez piezas de más de once toneladas de peso y cien dibujos, se expuso en el Guggenheim de Bilbao al año siguiente.
2000 fue uno de los años importantes en su vida. Además de recibir un homenaje de la ciudad de Bilbao, vio cumplido su sueño al inaugurar en Hernani su museo al aire libre, el "Chillida-Leku", situado en un caserío del siglo XVI llamado Zabalaga, con una superficie superior a 12 hectáreas.
En sus jardines se muestran 41 obras de grandes dimensiones, mientras que en el interior del caserío hay 110 obras de pequeño y medio formato que recorren todas las épocas, formatos y materiales de que ha hecho uso el artista.
Sin embargo, le quedó pendiente al escultor vasco su otro sueño: horadar la montaña de Tindaya, en la isla de Fuerteventura. El proyecto, aprobado en octubre de 1998 por el Gobierno de las Islas Canarias, y cuestionado por sectores ecologistas y políticos de la isla, consiste en la excavación en el interior de la montaña de un cubo de 40 metros de lado y una galería de acceso de 16 por 16 metros de sección y una longitud aproximada de 100 metros con pozos de iluminación y ventilación.
A lo largo de toda su trayectoria, Eduardo Chillida investigó al hombre y a la naturaleza en la monumentalidad del volumen, del vacío y de los materiales, de los que afirmaba: "Me llevan y yo les llevo a ellos".
En sus piezas, la poesía esta más presente de lo que parece. Sus obras suponen el encadenamiento de una personalidad que progresa, pero que nunca varía. Para él, la clave del arte es "hacer lo que no se sabe hacer, porque lo que se sabe hacer ya está hecho. El que hace lo que sabe hacer, está perdiendo el tiempo".
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