sábado, 6 de octubre de 2012

Katarzyna Kobro





Katarzyna Kobro -Moscú 1898  Lódz,  1951, fue una escultora polaca.

LA COMPOSICION DEL  ESPACIO

El Unísmo en pintura tiende a la unidad óptica plana, cerrada en si misma e indiferente a su entorno. Una escultura unista aspira a la unidad de la escultura con el espacio circundante, a una unidad espacial. El supuesto principal del unismo es la unidad de una obra de arte con el lugar en que surge o con las circunstancias naturales que se habían producido antes de realizarse la obra de arte. El terreno sobre el que surge un cuadro es la superficie plana del lienzo, delimitada por el cuadrado  que forman sus lados.
 akt dziewczecy
 A este plano limitado, liso y cerrado, asislado de su entorno, deben ajustarse las formas de la imagen orientándose hacia una unidad orgánica que compagine las formas de la imagen con su plano y sus límites, formando una unidad visual plana, recortada del entorno por los lados del cuadro.  La unidad visual llega hasta los lados de la imagen y alli se detiene, Este tipo de unidad orgánica nos resulta comprensible si tenemos en cuenta que los factores que lo determinan son la superficie plana y unos límites que no se pueden traspasar. Esto trae consigo el carácter plano del fenómeno visual uniforme y una uniformidad que se extiende  hasta los bordes del cuadro.

En  escultura no tenemos esas limitaciones. La propia naturaleza define los lados de un cuadro con su límite natural pero a una pieza escultórica no le otorga límite natural alguno, lo que implica tener que conectarla con el espacio total infinito. La unidad de lo surgido con lo previo a la obra de arte constituye el principal postulado del unismo, que trae consigo, el carácter de unidad espacial de la escultura. Una escultura que surja en un espacio carente de límites tiene que formar una unidad con la infinitud del espacio.  Encerrar una escultura, estableciendo una oposición entre ella y el espacio, le arrebata su carácter orgánico de uniformidad de un fenómeno  espacial al  romper su conexión natural y aislar la escultura.

La unidad  óptica, al reunir sus elementos constitutivos, los separa del espacio. El unismo escultórico se  opone a este tipo de unidad:  la unidad de un fenómeno espacial abierto al espacio y que convierte la obra escultórica en una parte orgánica  del espacio.  La gama de colores que cierra una escultura en la unidad  de sus matices, constituye una unidad  óptica  que  aisla la escultura del espacio. Para conservar la unidad espacial, hay que evitar esos colores de energía que  llevan inplícita.
 akt kobiecy
 Esos colores  son el rojo, el azul y el  amarillo, además del blanco y el negro. Aparte de estos colores activos,  cabe aplicar un tono neutro de desaparición de la energía cromática:  gris o plateado. Todos los demás colores, al estar menos diferenciados en cuanto a la energía que llevan implícita, forman siempre una gama cromática en sus relaciones.

El recurso que otorga uniformidad a una pieza escultórica sin encerrarla es el ritmo espaciotemporal calculado. Entendemos por  ritmo una secuencia regular de formas espaciales. El ritmo  de una escultura unista es un ritmo complejo de formas espaciales y planos de color. Para regular la secuencia de éstos, hay que reducir las relaciones mutuas de las formas consecutivas a la forma numérica común.   Reduciendo el problema a la fórmula numérica de las relaciones  de los  tamaños consecutivos hacemos que  ese ritmo sea abierto, capaz de crecer en  ambas direcciones: hacia formas más grandes  y hacia formas más pequeñas. Este ritmo peculiar del unismo, el ritmo abierto, es lo que vincula las formas, uniéndolas al mismo tiempo al espacio. 
 akt stojacy
Un ritmo de formas que comparten una fórmula numérica común  puede crecer en cualquier dirección;  puede  agregar nuevas exensiones a las ya existentes, no contenidas por la obra. Estas nuevas formas,  que son consecuencia lógica de la  serie de formas ya existente y  continuación de la misma, deben ubicarse en el espacio exterior a la escultura.  Así pues, un ritmo abierto que parte de la escultura sale hacia el espacio y lo pone en relación con la obra.

La escultura no es un fenómeno del todo plástico, puesto que asume en si la coexistencia del espacio y el tiempo, los dos factores aunados en el concepto de movimiento, que es un concepto espaciotemporal sintético


Katarzyna Kobro

No hay comentarios: