Limoges 1841 - Cagnes 1920
Hoy día se quiere explicar todo. Pero si se pudiera explicar un cuadro, no sería
una obra de arte. ¿Debo decirle a usted qué cualidades constituyen a mi juicio
el verdadero arte? Debe ser indescriptible e inimitable... La obra de arte debe
cautivar al observador, envolverle, arrastrarle. En ella comunica el artista su
pasión; es la corriente que emite y por la que incluye el observador en ella".
"Yo pongo ante mí el objeto tal y como yo lo quiero. Entonces empiezo y pinto
como un niño. Me gustaría que un rojo sonara como el tañido de una campana. Si
no lo consigo la primera vez, tomo más rojo y otros colores, hasta que lo tengo.
No soy más listo. No tengo más reglas ni métodos. Cualquiera puede probar el
material que uso o verme mientras pinto: se dará cuenta de que no tengo
secretos". Estas dos frases resumen de manera contundente la filosofía de
Renoir, uno de los grandes maestros del impresionismo que con sus obras ha cautivado a una
legión de admiradores en todos los museos y colecciones donde se pueden
contemplar.Pierre-Auguste Renoir nació el 25 de febrero de 1841 en la localidad
francesa de Limoges. Era el cuarto hijo de Léonard Renoir y Marguerite Morlet.
Su padre era sastre y deseaba ampliar su fortuna por lo que decidió trasladarse
con toda la familia a París, en 1845, esperando aumentar su capital, cosa que no
ocurrió. El pequeño Pierre acude a las clases de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas cuando tiene siete años, iniciándose en la lectura y la escritura.
Será en estos momentos cuando ya empiece su admiración por el dibujo, llenando
de apuntes todos sus cuadernos. También sobresale en el canto, lo que provocará
que el maestro de la capilla de Saint-Eustache se convierta en su profesor de
solfeo, ingresando el pequeño en el coro de la iglesia cuando tiene nueve años.
Léonard Renoir prefiere que Pierre se encamine hacia el dibujo ya que así podrá
dedicarse a la decoración de porcelanas, una actividad tradicional en Limoges.
En efecto, en 1854 Pierre ingresa como aprendiz en el obrador de los Lévy,
pintores de porcelanas. Pronto destacará en la decoración floral y se le
encargará la ejecución del retrato de María Antonieta en las tazas de café. Por
las noches asiste a un curso en la Escuela de Dibujo y Artes Decorativas
dirigido por el escultor Callouette. Se entusiasma tanto con la pintura que en
lugar de comer, al mediodía acude al Louvre para copiar y dibujar a los grandes
maestros: Tiziano, Tintoretto, Fragonard, Boucher, Velázquez, Rubens, ...
Esta admiración por los grandes se mantendrá toda la vida y será una referencia
constante en buena parte de sus obras. Decoraba las porcelanas diez veces más
rápido que sus demás compañeros por lo que consiguió amasar una pequeña
"fortuna" que le servirá de ayuda cuando en 1854 la empresa Lévy vaya a la
quiebra. Pierre tiene diecisiete años y no duda en colaborar con su hermano
mayor, Pierre-Henri, pintando abanicos, coloreando escudos o pintando telas de
iglesia para los misioneros de Ultramar, legando a recibir el encargo de decorar
un café en la rue Dauphine. Poco a poco va ganándose la vida gracias a los
ahorros y los emolumentos que percibe, interesándose cada vez más por la
pintura. Sus visitas al Louvre son cada vez más frecuentes y se apasiona por sus
maestros -"¡Cuantas veces he pintado El embarque para Citerea! Así eran los
primeros pintores con los que me familiaricé, Watteau, Lancret y Boucher. Mejor dicho: Diana
en el baño fue el primer cuadro que me impresionó, y toda la vida he seguido
queriéndolo como uno quiere a su primer amor" comentaría años después- por lo
que decide ingresar en la Escuela de Bellas Artes. Supera el examen y el 1 de
abril de 1862 se inscribe en las clases impartidas por Charles Gleyre y Emile
Signol. En estos momentos conoce a Fantin-Latour, con el que visita el Louvre. Pero
la rigidez académica no entusiasma al joven Renoir por lo que no duda en
matricularse en el estudio privado de Gleyre,
estudiando el desnudo del natural y sin someterse a la directa presión del
maestro ya que Gleyre dejaba bastante libertad a sus alumnos.En el taller de
Gleyre conocerá a tres de sus mejores amigos: Claude Monet, Alfred Sisley y Frédéric Bazille. Los cuatro jóvenes congeniaron
estupendamente y pronto empezaron a ir a trabajar directamente en la naturaleza,
"a plein air", en el bosque de Fontainebleau, de la misma manera que hacían los
maestros de la Escuela de Barbizon: Daubigny, Díaz de la Peña o Corot. Incluso cuando Gleyre abandonó las clases
a causa de su avanzada edad, en 1864, los cuatro jóvenes artistas continuaron
trabajando juntos sin recurrir a ningún maestro directo.
Pero Renoir, igual que todos los artistas de su tiempo, deseaba alcanzar pronto
el triunfo por lo que no dudó en enviar al Salón de París una obra ese mismo
año: Esmeralda bailando con su cabra, inspirada en la novela de Victor Hugo. La
obra fue admitida pero posteriormente el propio Renoir no dudó en destruirla ya
que no estaba satisfecho con el resultado, práctica bastante habitual en él.En
estos años centrales de la década de 1860 Renoir no sólo admira a los maestros
clásicos sino que también se interesa por los creadores que han roto los
esquemas en su siglo. Delacroix y Courbet serán para el joven pintor dos
referencias tremendamente importantes. En 1865 se encontrará con el gran maestro
realista en Marlotte, sintiendo una profunda emoción. Este mismo año conocerá a
Lise Trehót, amiga de la hermana de su buen amigo Jacques Le Coeur, quien se
convertirá en su modelo favorita hasta 1872.Las ansias de triunfo en el Salón le
llevaron a enviar obras tanto en 1866 como en el año siguiente pero el jurado
las rechazó tajantemente, igual que las enviadas por Manet o Cézanne. Los jóvenes artistas protestan ante la
organización y reclaman la organización de un "Salon des Refuses" pero no
consiguen sus objetivos. Estos nuevos creadores tienen su centro de reunión en
el barrio de Batignoles, concretamente en el café Guerbois, donde Manet se erige
en su líder, acudiendo a la tertulia escritores y críticos artísticos como Emile Zola, uno de los primeros defensores de las
nuevas ideas.Renoir va recibiendo algunos encargos que le sirven para superar su
desgraciada situación económica, similar a la de sus compañeros, tal y como se
recoge en estas palabras: "No comemos todos los días, pero aún así estoy de buen
humor. (...) Monet nos invitaba de vez en cuando a comer. Y entonces nos
atiborrábamos de pavo mechado, para el que había vino de Chambertin". Monet y
Renoir utilizarán como modelo, en el verano de 1869, un cabaret flotante en la
isla de la Grenouillère tomado directamente del natural, interesándose por el
cambio de tonalidades en los objetos según la luz incida en ellos o por las
atmósferas creadas por el aire alrededor de esos objetos. Estaba surgiendo el
impresionismo.Un cambio de aires en el jurado del Salón de París permitió que en
los últimos años de esta década los jóvenes creadores mostraran sus obras en la
exposición oficial.
Pero en julio de 1870 estalla la Guerra Franco-Prusiana y todos los artistas, en
edad militar, son llamados a filas. Algunos, como Monet, abandonan Francia pero
Renoir fue destinado al 10º regimiento de Cazadores, en Tarbes. Allí permanecerá
hasta su desmovilización, el 15 de mayo del año siguiente. Su regreso a París
coincide con los días de la Comuna, que será cruelmente sofocada por el
ejército.Las consecuencias de la derrota de Napoleón III ante Alemania afectarán
también al campo del arte ya que el nuevo jurado del Salón rechazaría
sistemáticamente toda innovación, no dudando en criticar e incluso ridiculizar
las obras de los jóvenes creadores. La situación económica de éstos, procedentes
en su mayoría de familias sin grandes recursos, se hará cada vez más asfixiante
por lo que pronto surgirá la idea de fundar una asociación de artistas
encaminada a exponer sus trabajos al margen de las instituciones oficiales.
Algunos marchantes como Durand-Ruel o Ambroise Volard empezaron a interesarse por las
obras de los rebeldes y compraron sus lienzos, aun a riesgo de perder dinero. La
apuesta de los jóvenes creadores era cada vez más fuerte y en diciembre de 1873
fundan la Sociedad anónima cooperativa de artistas pintores, escultores,
grabadores. La primera exposición de este grupo se celebró entre el 15 de abril
y el 15 de mayo de 1874, exhibiendo sus trabajos un total de 30 artistas entre
los que encontramos a Boudin, Pissarro, Guillaumin, Cézanne, Monet, Gautier, Sisley,
Renoir, Morisot y Bracquemont. La muestra se
llevó a cabo en las salas cedidas por el fotógrafo Nadar, en el boulevard des
Capucines. Acudieron unos 3.500 visitantes que, en su mayoría, se mofaron de lo
allí expuesto. Louis Leroy, el crítico de la revista "Chirivari" aludió
peyorativamente a los miembros del grupo llamándoles impresionistas, tomando el
título de un cuadro de Monet para hacer una irónica burla de la muestra, pero el
nombre gustó a los miembros del grupo que desde ese momento se denominaron
asi.Renoir vendió tres de las obras presentadas pero su mala situación económica
le llevó a convencer a Berthe Morisot y Monet para que organizaran una subasta
pública en el Hôtel Drouot, en marzo de 1875. Las ventas serán escasas pero
conocerán a Victor Chocquet, un admirador de
Delacroix que se convertirá en uno de los más firmes defensores de la nueva
pintura.Al año siguiente los impresionistas volvieron a realizar su segunda
exposición, esta vez en la galería de Durand- Ruel. Renoir acudió con quince
cuadros, entre otros Desnudo al sol.
El crítico Albert Wolff escribió en "Le Figaro": "Cinco o seis locos se han
encontrado aquí, obcecados por su aspiración de exponer sus obras. Mucha gente
se destornilla de risa por estas chapuzas" catalogando el Desnudo de Renoir como
un "amasijo de carnes en descomposición". La respuesta del pintor ante tan
graves críticas será realizar su obra maestra: Le
Moulin de la Galette, presentada junto a otras veinte a la tercera muestra
impresionista, celebrada en 1877 en la rue Le Peletier. Renoir será uno de los
principales organizadores pero las ventas serán ridículas. Sin embargo, Pierre
consigue recibir interesantes encargos como retratista, entre otros los de Madame Charpentier y la actriz Jeanne Samary, una de sus modelos favoritas en
estos momentos.La pintura de Renoir empezará a conseguir cierto éxito en los
años finales de la década de 1870, momento en el que su hermano Edmond escribe un artículo favorable en la
revista "Vie Moderne", organizando su primera exposición individual. No enviará
ningún trabajo a las tres exposiciones siguientes de sus compañeros
impresionistas, ya que existían desacuerdos de carácter político entre él y
algunos de sus camaradas, rechazando las ideas anarquistas y socialistas de
varios de ellos.Gracias a los retratos Renoir consigue una estabilidad económica
que le permite realizar un viaje a Argelia, en marzo de 1881, y a Italia, en el
invierno de ese año. Visitará Venecia, Florencia, Roma, Sorrento y Capri,
admirando las obras de los maestros del Renacimiento y del Barroco, especialmente Rafael. Y es que en estos primeros años de la
década de 1880 la pintura de Renoir -al igual que algunos de sus compañeros como
Monet y Pissarro- vive un periodo de crisis. Pero mejor dejemos que sea el
propio pintor quien nos cuente cómo se sentía: "Hacia 1883 yo había agotado el
impresionismo y al final había llegado a la conclusión de que no sabía ni pintar
ni dibujar. Dicho en pocas palabras, el impresionismo llevaba a un callejón sin
salida (...) en concreto, me di cuenta de que nuestro estilo era demasiado
formalista, que era una pintura que llevaba a uno permanentemente a compromisos
consigo mismo. Al aire libre la luz es más variada que en el estudio, donde
sigue inalterable para todo propósito y tarea. Pero justamente por esta razón la
luz juega un papel excesivo al aire libre. No se tiene tiempo para pulir una
composición, uno no ve lo que hace. Recuerdo que una vez una pared blanca
proyectaba sus reflejos sobre mi lienzo mientras pintaba. Yo seleccionaba
colores cada vez más oscuros, pero sin éxito; pese a mis intentos, salía
demasiado claro. Pero cuando más tarde contemplé el cuadro en el estudio,
parecía completamente negro. Si un pintor pinta directamente del natural, en el
fondo no busca sino efectos del momento. No se esfuerza en plasmar, y pronto sus
cuadros se hacen monótonos". Este momento de crisis recibe el nombre de "periodo
seco". Se interesará por la pintura de Ingres
y cuidará más su dibujo, haciendo hincapié en el modelado, al tiempo que emplea
un colorido más frío y suave. Las bañistas que
pintará en esta década serán excelentes ejemplos de esta nueva manera de
trabajar, tremendamente clasicista, aunque sin perder la frescura del
impresionismo. Pero no siempre se encontrará satisfecho con los resultados de la
nueva experimentación, entrando en épocas depresivas e incluso llegando a
destruir todos sus trabajos de una temporada, como ocurrió en octubre de 1886.
Las dudas acerca de su trabajo se extienden incluso a su marchante, Durand-Ruel,
quien rechaza su nuevo estilo, sumiendo al artista en nuevos periodos de
depresión
A principios de esta década de 1880 iniciará un estrecha amistad con una joven
natural de Essoyes llamada Aline Charigot,
quien se convertirá en su modelo favorita en esta época. La bella joven
encandilará al ya maduro artista y el 23 de marzo de 1885 nacerá el primer hijo
de la pareja. Pierre. Renoir y Aline formalizarán su relación al contraer
matrimonio civil el 14 de abril de 1890; dos hijos más nacerán de esta relación:
Jean, el famoso director de cine, el 15 de septiembre de 1894, y Claude, llamado
"Coco", el 4 de agosto de 1901. Para cuidar a los pequeños contaron con la ayuda
de una prima de Aline, Gabrielle Renard, que
se convertirá en la modelo favorita del pintor hasta que ella se case en 1914.La
fama de la obra de Renoir empieza a traspasar las fronteras de Francia gracias a
las exposiciones organizadas por Durand-Ruel en Londres, Boston, Nueva York y
Berlín, después de la celebrada en París durante el mes de abril de 1883 que
mostró 70 cuadros. Los coleccionistas norteamericanos empezarán a manifestar una
especie de fiebre por sus trabajos, adquiriendo buena parte de su producción que
hoy se pueden contemplar en los museos y colecciones de la mayoría de las
ciudades de los Estados Unidos. El grupo vanguardista belga de "Les Vingt"
invita a Renoir a sus exposiciones de 1886 y 1890. Todo esto nos pone de
manifiesto cómo el pintor se cotiza cada vez más y consigue escapar de los
apuros económicos, especialmente desde la gran retrospectiva celebrada en 1892,
reuniendo para la ocasión 110 cuadros. El Estado francés comprará uno de ellos
para el Museo del Luxembourg: Yvonne y Christine
Lerolle al piano. El éxito le permitirá realizar un viaje muy deseado: su
destino es España, acompañado por el editor Paul Gallimard. La colección de
Velázquez, Tiziano y Goya del Museo del Prado causará una profunda impresión en el
pintor, al igual que los frescos de San Antonio de la Florida ejecutados por el
maestro aragonés. En 1896 realizará otro viaje, ahora a la localidad alemana de
Bayreuth, para conocer el festival Wagner pero le resultó muy aburrido. Dos años
más tarde será Holanda el nuevo destino, sintiéndose más interesado por la
pintura de Vermeer que por Rembrandt.La enfermedad será la triste compañera
de las tres últimas décadas de la vida de Renoir.
Ref. Arte Historia
No hay comentarios:
Publicar un comentario